miércoles, 21 de diciembre de 2011

INDIGNACIÓN CONTRA LA CORRUPCIÓN

EDILBERTO DIAZ GAITAN


Coyuntural  y  periódicamente,  afloran estudios, análisis y artículos periodísticos, sobre la interrelación existente entre la corrupción política - administrativa, la hacienda pública, los impuestos como parte de ella, el presupuesto público, el gasto público, las finanzas públicas. Tal afloramiento de artículos periodísticos obedece más a su intención de acallar otros temas de  talante delictual coyuntural del momento: magnicidios, violencia política, narcotráfico, paramilitarismo, guerrilla, proceso 8000, desplazamiento, reelección, violencia intrafimiliar o de género, etc. Oleadas de corrupción, que originan intrascendentes cambios legislativos en el código penal, en el estatuto de contratación pública, en el estatuto anticorrupción, en los regímenes sancionatorios, tributario, cambiario, en la legislación contenciosa administrativa, entre otros.

Tal carencia de estudios sobre el tema de corrupción, obedece y pretende esconder  las viejas concepciones liberales de Estado, democracia, poder y separación de las ramas del poder, Congreso y formación de las leyes. El problema  no puede reducirse simplemente al estudio de  las causas de la corrupción, las leyes de la contratación administrativa, las inhabilidades e incompatibilidades, el estudio simple de los delitos contra la administración pública en el  Código Penal.

Se trata de simples estudios jurídicos contagiados de Montesquieu, Duverger, Kelsen, Savigny, Beccaria, y todos los demás clásicos. De la lectura sobre la forma cómo se justificó y defendió los asesinatos del Tercer Reich,  de  “Los Juristas del Horror” del autor Ingo Müller,  se comprende que los Estados corruptos cuentan también con sus “Juristas de la  Corrupción”, que defienden y proclaman teorías y principios liberales y viejos sobre la responsabilidad penal individual que impiden la judicialización y el ataque frontal no a la corrupción, sino también a las formas arraigadas y generalizadas del Estado corrupto  y su democracia liberal, con sus clanes familiares, políticos y burócratas de la contratación. 

“En la época primitiva la responsabilidad por la comisión de los delitos recaía sobre el grupo social al cual pertenecía su autor, es decir, sobre el clan, la tribu o la familia, pero gracias a la evolución del Derecho Penal y particularmente por el influjo de la filosofía liberal a partir del siglo XVIII, la responsabilidad penal devino individual, exclusivamente a cargo de su autor y partícipes, lo cual puede considerarse estrechamente ligado a la exigencia de la culpabilidad, esto es, la voluntad consciente de realizar la conducta, evidentemente en ejercicio de la libertad personal, como componente indispensable para deducir la responsabilidad. Dicha responsabilidad individual se traduce en el principio de la personalidad de la pena, que ocupa un lugar destacado en el Derecho Penal moderno.” Sentencia C-928/05

El problema no es de simple corrupción, de peculados, de concusiones, de delitos contra la fe pública, de falsedades ideológicas o materiales, de fraudes procesales. Verdaderas y reales maquinarias políticas de la corrupción,  grupos y conglomerados “comerciales de corrupción”, familias enteras tanto en el orden nacional como territorial, se apoderaron del poder político, económico y real del Estado colombiano, convirtiéndolo cual botín siciliano o de cosa nostra, en su  Estado mafioso.

Desde la misma formación de las leyes sobre los impuestos, su recaudo, el gasto público, las finanzas públicas, la orientación y partidas del presupuesto público, se encuentran predeterminados por intereses mafiosos, por enclaves políticos y clanes familiares, desde siempre,  tanto en el orden nacional, como  en los niveles departamental y municipal.  La corrupción política administrativa que se ha robado ya varias veces al pais, debe estudiarse desde la perspectiva que enfrentamos y afrontamos un Estado mafioso, dirigido, orientado por enclaves  políticos y familiares  del orden nacional y territorial: Congreso, Asambleas Departamentales, Concejos Municipales, Ejecutivo, con sus ministerios, departamentos administrativos o unidades administrativas especiales, Gobernaciones y Alcaldías con sus secretarías e institutos, y sus contratistas y sus contratantes. Ese es el real problema, que se profundizó e institucionalizó con la  ayuda de la Constitución  del 91 y sus instituciones fracasadas de Procuraduría, Fiscalía, Contraloría, Personerías, Defensorías, Organización y Régimen electoral.

Una verdadera y real política criminal por parte de un Estado moderno debe no sólo proteger los bienes jurídicos individuales, como pueden ser el de la vida, propiedad, honor, sexualidad, sino dirigirse hacia la protección de bienes jurídicos que conforman el cuerpo social, como son la protección del consumidor, del productor formal, del medio ambiente, pero específica y primordialmente, los Estados deben proteger de la criminalidad, el bien jurídico que conforma el  “macro sistema político,social y económico,  que ha escogido y contratado el pueblo nación mediante su Carta Fundamental.  En estos términos, la prioridad no está encaminada prioritaria y exclusivamente a las interrelaciones criminales de un individuo sobre otro; empieza a dominar el control y protección por aquellos bienes jurídicos macro sociales, macro económicos, por el daño multiplicador que sobre ellos produce y ejerce la acción criminal, por ejemplo de la denominada corrupción.

En este nuevo modelo penal, lo macrosocial debe primar sobre lo microsocial. Podríamos también afirmar que a una criminalidad macropenal, debe corresponder igualmente una prioridad de lo macropenal sobre una política criminal del Estado desgastante, improductiva, lenta, micropenal, dirigida simplemente a controlar y castigar las interrelaciones penales sobre un individuo, cuando la actividad mafiosa de los contratistas y contratantes del Estado mafioso corresponde a familias, clanes políticos, tribus de contratistas y contratantes, conglomerados mafiosos que se apoderan de los impuestos, del gasto público, del presupuesto público, de la hacienda pública, de las finanzas públicas.

No se trata simplemente de definir de manera micro el tipo penal de delitos contra la fe pública, de la falsedad, del peculado, de la injuria o calumnia, de la evasión tributaria, del fraude procesal.  Lo que debe entenderse, es que la nueva tipología del crimen organizado de cuello blanco “paraestatal” que convierte a la institución estatal en un Estado - mafioso, produce un enorme daño macrosocial sobre el recaudo de los ingresos tributarios, sobre el gasto público, sobre la inversión pública de infraestructura, sobre la inversión pública social, sobre el presupuesto público, sobre las finanzas públicas, etc. Al daño macrosocial producido, debe corresponder unos nuevos tipos tambien macropenales, una nueva teoría penal, que reemplace viejas teorías de la responsabilidad penal individual” sobre las que se amparan mafias políticas, familias y clanes  “paraestatales” con sus correspondientes contratistas y contratantes.

Lo que debe así entenderse y aceptarse, es que la macro acción criminal paraestatal (familias, clanes políticos burocracia - contratantes y contratistas) produce un macro daño a todo el cuerpo social y no a un simple bien jurídico de un individuo o a un simple bien o interés microsocial. La aparente dificultad de los tratadistas individualistas de lo penal, centran su crítica en el excesivo intervencionismo del Estado protegiendo sobre los  intereses macrosociales, el interés individual y microsocial. Las viejas teorías sobre la responsabilidad penal individual que se centran igualmente en la “personalidad de la pena”, deben ser reemplazadas por nuevas concepciones del derecho penal, que abordan con suficiencia la participación, la complicidad, la coautoría, de funcionarios públicos con los contratistas, la pertenencia a organizaciones criminales de la contratación, los elementos subjetivos y objetivos de la responsabilidad, la extensión de la responsabilidad penal a entes colectivos, supranacionales, supraestatales, la extensión de la pena al enclave, clan, familia política de la corrupción, con la complicidad, coautoría, mando, de los funcionarios públicos contratantes.

El no pago debido de impuestos por parte de los contribuyentes no puede fundamentarse en los elevados ìndices de corrupción; de todas formas, la corrupciòn paraestatal de contratistas y contratantes en algo debe afectar la propensiòn marginal a pagar impuestos por parte de los ciudadanos. Lo desafortunado de esta oleada de indignación contra  la corrupción, es llegar nuevamente a la simple conclusión colombiana de “reducir a sus justas proporciones la corrupción”, es decir, hacerla tolerable, manejable, o sencillamente “toreable”.

COLUMNA PUBLICADA EN LA REVISTA MANUAL DEL CONTADOR No. 367

martes, 29 de noviembre de 2011

CONTROL INTERNO SOBRE DEPARTAMENTO DE TALLER O SERVICIO AL CLIENTE EN CONCESIONARIOS


Por: Edilberto Díaz Gaitán

1.- Con el fin de disminuir los riesgos, todo ingreso de bienes, activos, mercancías, piezas, o como se les denomine, deben ser debidamente registrados y marcados.

2.- Para ningún evento, pese a su emergencia, se debe permitir sacar una pieza, mercancía, activo, del área de taller, sin que se haya debidamente registrado en su inventario, y se encuentre igualmente marcado. Tal medida debe incluso comprender a los mismos Jefes  de Departamento, sin excepciones.

3.-  Igualmente recomendable, que las áreas y operaciones de recepción y de  embarques de mercancías, se encuentren físicamente separadas.

4.- Toda recepción de mercancías, activos, piezas, debe estar previamente autorizada por el Departamento de Compras.

5.- Previamente el Departamento de Compras debe remitir al Departamento de Taller y/o mantenimiento las correspondientes ordenes de compra donde se describan específicamente las mercancías a recibir, determinando de igual forma las fechas en las cuales deben ser entregadas a la empresa.

6.-  Los manuales de funciones, operaciones, procedimientos, deben establecer claramente los responsables en la recepción de las mercancías en el área de taller, así como de  su despacho de ésta área de taller.

 7.- Con la disculpa de ventas especiales, operaciones especiales, por ningún motivo se debe permitir a los operarios y ni siquiera a los jefes de departamento, la disposición de mercancías, piezas, activos, sin que se encuentre debidamente registrado su ingreso al área de taller.

8.- El área de inventarios del servicio de taller, debe contar con todas las seguridades de seguridad, enmallado, cerramiento,  y para la entrega de piezas, al jefe de taller u operarios autorizados, se debe establecer unas ventanillas pequeñas o medianas, que ojalá cuenten con cámaras de video o seguridad.

9.- Tal como queda implícito en el numeral anterior, sólo determinados funcionarios u operarios estarán autorizados para retirar mercancías, piezas, repuestos, del área de inventarios del servicio de taller y mantenimiento.

10.- En lo posible, se debe limitar el estacionamiento de vehículos de funcionarios, administrativos, trabajadores de reparación y mantenimiento del concesionario, cerca a las àreas de bodegas de mercancías, repuestos, maquinaria especializada. Con menor razón. el estacionamiento de vehículos de personal externo al concesionario. Los contadores de servicios públicos, los tacos de apertura y cierre de servicios públicos, deben quedar siempre en partes externas a las áreas de almacenaje o depósitos de mercancías, repuestos y demás accesorios de los vehículos del concesionario.

11.- Se debe impedir que muebles de gran tamaño en áreas de repuestos o mercancías, que se prestan para depositar cajas con repuestos, mercancías, que posteriormente son sacadas sin registros o autorizaciones.

12.-  En el momento de recepción de las mercancías en el área de recepción, se deben sellar las facturas con sello y fecha, para poder controlar posteriormente, sus pagos, descuentos, efectividad de las garantías, etc.

13.- En el ingreso o egreso de mercancías, las verificaciones deben efectuarse de inmediato, sin retardos, para evitar pérdidas o reemplazo de repuestos, mencancías.

14.- No resulta adecuado mantener de manera abierta y permanente, la jornada de recepción y entrega de artículos, repuestos y demás. Lo óptimo, es señalar horarios eficientes que no límiten ventas, prestación de servicios. Esos horarios tampoco deben extenderse, en horarios o días donde no se encuentren en planta los correspondientes supervisores, jefes de departamento de compras, o ventas, o de servicio automotriz, etc.
15.- Se debe rigurosidad en la verificación de antecedentes y referencias, en la contratación del personal   encargado del control, recepción, entrega de repuestos, artículos, mercancías.

16.-  Un funcionario adicional o encargado en los horarios de recepción, debe vigilar y verificar los vehículos que entregan artículos, mercancías, repuestos, accesorios, constatando que salen vacíos o con las respectivas órdenes selladas de devoluciones.

17.- En razón a la elevada rotación en la entrada y salida de repuestos, artículos, mercancías diversas del concesionario, es muy aconsejable que permanentemente se estén practicando inventarios físicos y reales a los talleres, almacenes, o funcionarios que tienen cierta autonomía para ciertos artículos, como puede ser el caso de radios, llantas, tapetes, espejos, kits de herramientas, y otros productos promocionales, de mercadeo, que con frecuencia se realizan en los concesionarios.

Artículo publicado en Revista Manual del Contador No. 367

sábado, 19 de noviembre de 2011

INDIGNACIÓN CONTRA LA DEMOCRACIA DE WALL STREET

Por : EDILBERTO DIAZ GAITAN

Existe realmente una indignación contra el modelo democrático liberal, que ha fracasado con gobiernos de unos pocos, con unos pocos, por unos pocos y para unos pocos. Existe una indignación contra el modelo de democracia representativa, que en épocas pasadas representaba e intermediaba primordialmente por los intereses políticos y económicos de sectores  hegemónicamente dominantes. Ahora, la indignación es porque los Estados con su aparente democracia, representa además intereses y poderes ilegales, mafiosos, desde la contratación legal, la contratación ilegal, y otras actividades propias de la instancia penal y del delito nacional, multinacional, transnacional. Si, existe indignación, contra el Estado que ya no cubre las necesidades básicas, no hace infraestructura, ni presta los servicios públicos esenciales, ya no es el Estado empresario, ni el Estado Bienestar. Eso sí, reparte contratos entre sus “contratistas y sus contratantes de puerta giratoria”, en no pocos casos, previo el pago de importantes “comisiones”.

Existe indignación contra un modelo económico altamente contaminante y de calentamiento global, que destruye para próximas generaciones, el medio ambiente, el habitat natural y humano.

Existe indignación por modelos educativos costosos, de baja calidad, con bajos índices de escolaridad, elevadas tasas de analfabetismo y de deserción académica. Modelos educativos que ahondan diferencias y brinda pocas oportunidades de educación superior, especializada para la mayoría de jovenes en edad escolar. Pero, la principal indignación es contra programas que ofrecen expectativas de ocupación que ya no existen, que no llegarán a existir, que están rápidamente desapareciendo de los mercados laborales. Es una indignación por la ausencia de correspondencia entre lo ofrecido por el modelo educativo y lo ofrecido por el mercado real de trabajo.

Existe indignación, porque el modelo económico impuesto eliminó el trabajo, los cargos o puestos a ocupar. Se ofrecen puestos irreales, inexistentes, que sólo posiblemente existen en la nube inventada por las modernas telecomunicaciones. El modelo económico que se enriqueció con el factor trabajo, ahora se enriquece sin necesidad de ese factor de producción. Aunque tarde, la juventud se percató de esa realidad, le indigna que le presenten y ofrezcan un modelo y un mercado laboral, que en realidad no existe. 

Existe indignación contra un modelo de salud, en el que la mayoría de la población ocupada y cotizante, aporta sólo en beneficio en la atención en salud de unos pocos; mientras tanto, la mayoría de la población clama por una cita, por un remedio genérico que aminore el dolor, aunque no cure la enfermedad.

Existe indignación contra un régimen de pensiones, en el que también la población que alcanza a cotizar permite la pensión millonaria de unos pocos ejecutivos, los burócratas del ejecutivo, sus contratantes, sus contratistas, la burocracia del Congreso, la burocracia de la rama judicial; a los demás, no les corresponden pensiones de privilegio, no les corresponden regímenes especiales, pero sí les corresponden mayores requisitos de edad, de número de semanas cotizadas, bases de liquidación que los dejan en mínimos de pensión de susbsistencia, si es que la logran.

Existe indignación contra un marco legal que enriquece sectores crediticios y financieros, amparados en clausulas abusivas para el otorgamiento de créditos, cobro de intereses, cobro de cuotas por toda clase de transacciones o servicios que deben prestar, escondidos en su nueva figura de “bancarización”. Indignación contra un modelo democrático que bancarizó los servicios públicos, la adquisición de la más modesta vivienda, de la matrícula para obtener educación técnica o superior universitaria, para la adquisición de un vehículo, o de la más sencilla motocicleta. Si, existe indignación contra un modelo “democrático” que con precios elevados, le esconde al sector financiero, el cobro de intereses, que ya están comprendidos en los precios fabulosos en salud, en educación, en vivienda, en la adquisición de vehículo, en el pago de servicios públicos. Pero claro, dan la facilidad, tan nobles, de hipotecarles, la misma vivienda que también previamente  vendieron y financiaron por dos, tres, o más veces su valor real, y nos ofrecen la posibilidad que les garanticemos su noble financiación con nuestras pensiones, nuestros pírricos e indignantes salarios. De prestaciones sociales laborales, ya ni hablar.

La indignación llegó tarde a Europa Occidental, a las mismas calles de Wall Street. No se han percatado que protestan contra un modelo que ya no existe. La contratación, el empleo, el factor trabajo, ya no existe. Para el nuevo modelo el trabajo, la contratación son un estorbo; el modelo ya no los necesita.  los desempleados, los subempleados, los indignados, se  constituyeron en una verguenza y un estorbo para el modelo global.

El modelo educativo que les ofrecieron ya no sirve; el trabajo que esperan recibir tampoco existe; los mercados competitivos que esperaban encontrar tampoco existen. Desde hace centurias, los economistas del mercado, de la oferta y la demanda, de la libre competencia, crean teorías y políticas  anticíclicas, para un modelo cada vez más inexistente, para una economía de empresas e industrias que desaparecen rápidamente. Si la economía que nos proyectan se ausenta, no existe, la crisis se causó y existe es en la democracia, con todas sus formas de dominación, subordinación y desaparición de una sociedad con seres humanos dignos, que puedan alcanzar trabajos dignos, bien remunerados, con unos servicios públicos, vivienda, educación, y una vejez digna para seres humanos. Eso es todo lo que claman los indignados. La democracia fue incapaz de crear un modelo donde coexistan unos ricos cada vez mas ricos, con unos pobres en condiciones de dignidad, justicia y libertad. 

Los políticos, sus intelectuales, sus medios de comunicación, sus ideólogos, sus periodistas financieros, los sectores hegemónicamente dominantes, centraron el análisis, la discusión, en formas de gobierno, en partidos políticos, en capitalismo, socialismo, libertad, justicia; mientras tanto, en aras de la democracia, con su poder legal en un principio, su poder ilegal después, y ahora con sus poderes mafiosos, sólo ha contribuido a crear una sociedad global empobrecida en beneficio de un reducido grupúsculo de contratantes y contratistas enriquecidos con su propia estructura legal, ilegal y en no pocos casos mafiosa. China, Rusia, Italia, y muchas de las sociedades latinoamericanas, representan un buen ejemplo.

Lo de fondo, es una indignación contra la democracia; lo secundario, lo aparente, es la indignación contra Estados, sus gobiernos, su corrupción, sus contratantes, sus contratistas, que dilapidan el pago de nuestros impuestos y comprometen el futuro de próximas generaciones. El problema no es wall street, lo que representan algunas bolsas de valores,  mercados financieros y de capital. Allí, simplemente es el lugar donde se produce el asalto, el escándalo financiero, la usurpación de la riqueza producida por el sector real de la economía, amparados en un supuesto modelo democrático.
COLUMNA PUBLICADA EN REVISTA MANUAL DEL CONTADOR No. 367

lunes, 10 de octubre de 2011

CONTROL SOBRE MONTAJE DE TALLER DE SERVICIO DE CONCESIONARIO AUTOMOTRIZ

EDILBERTO DIAZ GAITAN


1.- Defina la clase o categoría de taller  automotriz que va a operar el concesionario:

     a.- El definido previamente por el franquiciador, o la clase de carros comercializados.

     b.- Si se trata de  un taller general o especializado por marcas.

2.- Establezca el número de personal requerido por el taller automotriz:

    a.- Personal Directivo
    b.- Personal Administrativo
    c.- Personal Supervisor
    d.- Personal Técnico Especializado
    e.- Personal Técnico General
    f.- Personal de Seguridad

3.-  Defina el número de personal requerido por  áreas   de trabajo de taller, en la fase  preoperativa, y  por períodos trimestrales, durante el primer año de operación.

4.- Establecidas las formas o modalidades de contratación del personal, elabore el presupuesto de mano de obra directa e indirecta del taller automotriz, por lo menos para los primeros 18 meses de operación.

5.- Establecida la categoría del taller automotriz, defina la cantidad y calidad de herramienta nacional o importada, para las distintas áreas del taller automotriz.

6.- Defina la cantidad y calidad, nacional e importada del inventario mínimo de repuestos requeridos para el inicio de operación.

7.- Establezca el costo mensual, anual, de alquileres, apertura y acondicionamiento del taller automotriz.

8.- Establezca el costo mínimo administrativo y operativo de funcionamiento y operación del taller, así como la proyección de utilidades e impuestos. 


ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA MANUAL DEL CONTADOR NO. 369